¡Vivela!




La temporada de luciérnagas en Puebla, principalmente en junio y julio, es un espectáculo natural fascinante que atrae turistas de todo el mundo. Estos pequeños insectos luminosos iluminan los bosques con destellos intermitentes durante su ciclo de apareamiento. Lugares como el Santuario de las Luciérnagas en Nanacamilpa ofrecen caminatas guiadas por senderos iluminados, proporcionando una experiencia única y memorable en contacto directo con la naturaleza. Además de su atractivo turístico, este evento subraya la importancia de conservar los hábitats naturales de las luciérnagas, promoviendo así el turismo responsable y la protección ambiental.
Vivir la semana Santa en Puebla es en definitiva una experiencia que nunca olvidarás, ya que durante estos días la ciudad se viste de un ambiente espiritual inigualable. En la actualidad, la procesión del Viernes Santo se considera la de mayor convocatoria en América Latina, congregando a más de 120 mil personas. Las imágenes que posesionan son “Jesús Nazareno” de la Parroquia de San José; “Nuestro Padre Jesús” de la Iglesia de Analco; “Nuestra Señora de la Soledad” de la Parroquia del mismo nombre; “Nuestra Señora de los Dolores” de la Iglesia del Carmen; además de la imagen más venerada de la ciudad, el “Señor de Las Maravillas”, cargado por los fieles de la Cofradía de Nazarenos de San José. La procesión inicia cuando los contingentes salen de las iglesias con las imágenes Procesionales en andas.
Es la gran Fiesta de los Poblanos, realizada inicialmente en la denominada escalera ancha en el año de 1965 y a partir del año siguiente en el Cerro de San Miguel en el espacio conocido como Netotiloyan (lugar de la danza) fue declarado Patrimonio Cultural del Estado en el año de 1996.
Fiesta que se desarrolla, como en la antigüedad, para agradecer los dones recibidos por las cosechas y otras actividades, en una mágica reunión en que los pueblos celebran su permanencia y recrean su historia y costumbres a través de los bailes, música y danza, memoria viva de una tradición que se recobra año tras año.
Este festival es una tradición en el Pueblo Mágico de Chignahuapan que se celebra el 1 y 2 de noviembre de cada año dentro de la Feria del Árbol y la Esfera como parte del “Día de Muertos”, que tiene como sede la Laguna de Chignahuapan donde se puede apreciar un baile y ritual Náhuatl en ofrenda a sus difuntos terminando con un espectáculo de fuegos artificiales.