El Festival Étnico del Mole de Caderas celebrando en Tehuacán, Puebla, se realiza año con año con el fin de agradecer por el trabajo y la salud. Esta verbena fue incluida en 1996 en el directorio de festivales de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y declarada Patrimonio Cultural del Estado de Puebla el 22 de octubre de 2004. El festival se celebra la tercera semana del mes de octubre. Al hacer el festival, se da por entendido que inicia la temporada, la cual se realiza en distintas haciendas aledañas a Tehuacán, pero se apertura oficialmente una vez que se realiza el evento Gastronómico Cultural por parte del Gobierno del Estado de Puebla. Hoy en día, este platillo tradicional es ofrecido, entre los meses de octubre y noviembre, en restaurantes como “Mole de Caderas” o “Huaxmole de Caderas”, y consumirlo es toda una experiencia.
En la Zona Arqueológica de Teteles de Santo Nombre, con una extensión de 60 hectáreas, se conservan restos de plataformas habitacionales, montículos piramidales, terrazas y altares, haciendo de este sitio uno de los más grandes del sur de Puebla.
La Zona Arqueológica de Tehuacán demuestra que esta área fue habitada desde 8,500 años a.C. Su construcción se considera desde mediados del siglo XIV y fue un asentamiento clave de la cultura Popoloca.
Vivirás un acercamiento a las artesanías de barro más reconocidas del país, galardonadas con el Premio de Ciencias y Artes en 2005. Estas artesanías son representativas de la región y sus procesos tradicionales de elaboración.
El Jardín Botánico Helia Bravo Hollis es un recorrido que incluye senderos interpretativos donde se aprecian 53 especies de cactáceas en su entorno natural. Este jardín único promueve la conservación y desarrollo de la flora y fauna silvestre, además de mostrar el proceso de extracción de sal de mina.
Está ubicado en la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán, es un complejo sistema de sierras y valles que generan mucha biodiversidad y diferentes ecosistemas.Fue fundado por la cultura mixteca y por los popolocas entre los años 1000 y 1560. La localidad se dedicó a la explotación de las salinas naturales en el Valle de Zapotitlán, originadas debido a la salinidad del lecho del río Zapotitlán o Salado. En las inmediaciones de esta población se localizan estas salinas y los vestigios de la ciudad de Cuthá, uno de los principales centros urbanos de la Mixteca Baja poblana durante el formativo superior mesoamericano.