Al entrar al templo o catedral es como un cofre de tesoros, es un catálogo de diferentes obras en que hacen uno de los lugares más artísticos de nuestro país, al observar y recorrer el interior es un conjunto de naves, columnas, esculturas y pinturas de los artista famosos de la época que contrataron de España y México para trabajar en el decorado y la construcción, se quería que fuera diferente a muchos templos de su época y lo lograron, al visitar este magnífico lugar se observa que pusieron atención en todos los detalles, en las esculturas, retablos, pinturas, altares, forja etc. En las 2 naves o pasillos procesionales hay siete capillas por lado en total 14, dedicadas a santo y a santas. En la nave central se observa el altar Mayor de estilo neoclásico, fue obra del Arquitecto Valenciano Manuel Tolsá en 1797 y terminada por José Manzo Jaramillo su planta es circular de mármol de primera calidad en esta se levantan bellas columnas ricamente decoradas ,entre los intercolumnios del altar, se colocaron esculturas de los cuatro Doctores de la iglesia y centro de este monumento o también llamado ciprés está la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona del templo esculpida en bronce y bañada en oro de 23 quilates.Atrás del Altar mayor se encuentra lo más importante desde el punto de vista artístico el Altar de los Reyes, obra del maestro retablista Lucas Méndez bajo la Dirección de Pedro García Ferrer quien pintó los lienzos de este retablo, por todo lo alto se remata con una gran pintura de 1689 del mejor pintor de la Nueva España Cristóbal de Villalpando recreando a la santísima trinidad con toda una corte celestial.