Este festival es una tradición en el Pueblo Mágico de Chignahuapan que se celebra el 1 y 2 de noviembre de cada año dentro de la Feria del Árbol y la Esfera como parte del “Día de Muertos”, que tiene como sede la Laguna de Chignahuapan donde se puede apreciar un baile y ritual Náhuatl en ofrenda a sus difuntos terminando con un espectáculo de fuegos artificiales.
Es la gran Fiesta de los Poblanos, realizada inicialmente en la denominada escalera ancha en el año de 1965 y a partir del año siguiente en el Cerro de San Miguel en el espacio conocido como Netotiloyan (lugar de la danza) fue declarado Patrimonio Cultural del Estado en el año de 1996.
Fiesta que se desarrolla, como en la antigüedad, para agradecer los dones recibidos por las cosechas y otras actividades, en una mágica reunión en que los pueblos celebran su permanencia y recrean su historia y costumbres a través de los bailes, música y danza, memoria viva de una tradición que se recobra año tras año.
Vivir la semana Santa en Puebla es en definitiva una experiencia que nunca olvidarás, ya que durante estos días la ciudad se viste de un ambiente espiritual inigualable. En la actualidad, la procesión del Viernes Santo se considera la de mayor convocatoria en América Latina, congregando a más de 120 mil personas. Las imágenes que posesionan son “Jesús Nazareno” de la Parroquia de San José; “Nuestro Padre Jesús” de la Iglesia de Analco; “Nuestra Señora de la Soledad” de la Parroquia del mismo nombre; “Nuestra Señora de los Dolores” de la Iglesia del Carmen; además de la imagen más venerada de la ciudad, el “Señor de Las Maravillas”, cargado por los fieles de la Cofradía de Nazarenos de San José. La procesión inicia cuando los contingentes salen de las iglesias con las imágenes Procesionales en andas.
Está ubicado en la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán, es un complejo sistema de sierras y valles que generan mucha biodiversidad y diferentes ecosistemas.Fue fundado por la cultura mixteca y por los popolocas entre los años 1000 y 1560. La localidad se dedicó a la explotación de las salinas naturales en el Valle de Zapotitlán, originadas debido a la salinidad del lecho del río Zapotitlán o Salado. En las inmediaciones de esta población se localizan estas salinas y los vestigios de la ciudad de Cuthá, uno de los principales centros urbanos de la Mixteca Baja poblana durante el formativo superior mesoamericano.