La cemita poblana tiene historia propia; es hermana de la torta (inglesa), prima cercana del pambazo (francés), pariente lejano del paste y del emparedado o sándwich (ambos de origen inglés), y precursora histórica de las tortas gigantes que hoy se venden en gran parte de la República Mexicana.
Este platillo es muy representativo de la Ciudad de Puebla, conocido a nivel nacional y con una fuerte representación histórica.
Originalmente consistía principalmente en una salsa de una gran variedad de ingredientes vertida sobre piezas de guajolote, nombre que se le da en México al pavo doméstico, aunque actualmente es común su uso con pollo u otras carnes.
La historia del mole se remonta a la época prehispánica. Se narra que los aztecas preparaban para los grandes señores un platillo complejo llamado "molli", que significa salsa.
El mole poblano se prepara con varios ingredientes, chocolate amargo, chiles ancho, chiles mulato, chiles pasilla, chipotle, almendras, plátano, nueces, pasas, ajonjolí, clavo, canela, perejil, pimienta, cebolla, ajo y tortillas, se sirve con pollo. Las proporciones correctas, propiamente no existen, y algunos ingredientes pueden omitirse o variar en proporción. Es indispensable que un día antes de preparar el mole se debe tostar y quitar las semillas a los chiles, para después remojarlos en agua con sal durante la noche.
El Centro Histórico un auténtico museo de la esencia misma de México, aquí donde vistieron las mujeres por primera vez el traje de china poblana, hoy símbolo nacional. Al amparo de tres volcanes, esta ciudad novohispana floreció durante siglos.
Al entrar al templo o catedral es como un cofre de tesoros, es un catálogo de diferentes obras en que hacen uno de los lugares más artísticos de nuestro país, al observar y recorrer el interior es un conjunto de naves, columnas,
La catedral de estilos renacentistas, barroco y neoclásico- Inicio su construcción en el año 1575, creación de Francisco Becerra, arquitecto español y Juan de Cigorondo.Su consagración se realizó el 18 de abril de 1649, a cargo del obispo Juan de Palafox y Mendoza.
Este festival es una tradición en el Pueblo Mágico de Chignahuapan que se celebra el 1 y 2 de noviembre de cada año dentro de la Feria del Árbol y la Esfera como parte del “Día de Muertos”, que tiene como sede la Laguna de Chignahuapan donde se puede apreciar un baile y ritual Náhuatl en ofrenda a sus difuntos terminando con un espectáculo de fuegos artificiales.
Es la gran Fiesta de los Poblanos, realizada inicialmente en la denominada escalera ancha en el año de 1965 y a partir del año siguiente en el Cerro de San Miguel en el espacio conocido como Netotiloyan (lugar de la danza) fue declarado Patrimonio Cultural del Estado en el año de 1996.
Fiesta que se desarrolla, como en la antigüedad, para agradecer los dones recibidos por las cosechas y otras actividades, en una mágica reunión en que los pueblos celebran su permanencia y recrean su historia y costumbres a través de los bailes, música y danza, memoria viva de una tradición que se recobra año tras año.
Ubicación: ciudad de las flores se ubica en las faldas del volcán Popocatépetl, se localiza en la parte centro Oeste del estado de Puebla a 40 min. del estado. Atlixco, nombre azteca formado Atl-ix-co que significa “Agua en el valle o en la superficie del suelo”. Se le conoció como “Quauhquechollan”, que proviene del náhuatl y significa “Lugar del águila Quecholli”. Cuatrocientos años antes ya vivían aquí Chichimecas, Teochichimecas y Xicalancas que tributaban a Tenochtitlán. Fue fundada en 1579 por los conquistadores como Villa de Carrión. El 14 de febrero de 1843 el presidente general Nicolás Bravo reconoció su contribución en la Independencia y la declaró ciudad bajo el nombre de Atlixco. El 4 de mayo de 1862, un día antes de la Batalla de Puebla los Atlixquenses resistieron a las tropas conservadoras; siendo este un componente significativo para la victoria de día siguiente; este hecho histórico se presenta como la Batalla de Atlixco.