Soy artesana desde hace 30 años, aprendí de mi mamá a los 7 u 8 años. Me gustó mucho que me enseñara porque todas en mi familia bordábamos, me puso contenta y orgullosa poder aprender ese saber que compartíamos como mujeres. Primero sólo hacía bordados, después aprendí a cortar y a coser las blusas, así que comencé a dedicarme a realizar el proceso completo.
Me gusta emplear la técnica de pepenado para elaborar las blusas, como materiales utilizamos hilo sedalina, estambre, hilo de seda, tela de manta, cuadrillé y rayón. Sin embargo, como tengo problemas de la vista, ya casi no puedo realizarlo y me dedico a coser, por lo que me gustaría tomar algún taller donde pueda aprender más de corte y confección.
A pesar de que es bonito bordar y me gusta mucho dedicarme a esto, lo más difícil de ser artesano es la venta, pues hay ocasiones en que tienes que regresar a casa sin haber vendido nada durante el día. Los artesanos necesitamos más espacios para comercializar nuestros productos y que la gente los adquiera por precios justos.