Soy un artesano textil originario de Cuauhtamazaco, Cuetzalan. Comencé a tejer desde muy niño, aprendí viendo y posteriormente tuve la enseñanza básica de mi madre y de mis primas, con ellas desarrollé mi habilidad con los hilos, el bordado y el telar de cintura.
Cuando descubrí la tradición de los textiles, observé la necesidad de innovar, diseñar e implementar las nuevas tecnologías para preservar y promover las técnicas antiguas como símbolo de identidad en nuestra comunidad. Al inicio tuve que lidiar y enfrentarme a los prejuicios sociales del machismo y a la resistencia familiar para practicar este oficio, sin embargo, logré sobreponerme a estos desafíos y construir un espacio libre de discriminación, un taller SOL (sólido, organizado y limpio) con una infraestructura que permite exponer dignamente los textiles nahuas y totonacos al público.
Actualmente cumplo mi labor entre la tradición y la innovación para el rescate y el fomento del arte textil de mi comunidad.