Soy un artesano originario de Pacmaco. Desde muy pequeño aprendí a tejer jugando, mi mamá, María de Jesús Diego Cruz, primero me hizo mi telar pequeño y comencé a hacer mis propios productos, luego aprendí a bordar y a hacer joyería. Por otro lado, mi papá también me hacía juguetes de madera y luego me enseñó a hacerlos. Mi madre fue de las iniciadoras en la producción y venta de artesanías.
A pesar de ser un gran oficio, la labor del artesano no es bien valorada, por eso nos unimos para tener un sitio digno como es el mercado Matachiuj en Cuetzalan, que significa “hecho a mano”.
El mío es un taller familiar, participa mi esposa y otras personas de mi familia. Para mí es muy satisfactorio ver el resultado de mi trabajo y sobre todo el gusto de ver que a la gente le gustan mis creaciones y trabajos. Además, este oficio me ha permitido conocer gente de otros países y otras culturas.