Soy una artesana originaria de San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan. Lo primero que aprendí cuando era pequeña fue el bordado, una de mis primas hacía blusas y desde ahí empecé, me gustaban mucho los dibujos y las flores. Un día le pedí a mi papá que me comprara materiales, me salieron muy bien los dibujos y entonces me enseñaron cómo hacerlo.
Comencé haciendo blusas, a los 13 años me compraron mi máquina de coser, desde ese momento puede hacer más productos y nuevas combinaciones. Aunque sé hacer textiles, últimamente hago piezas de fibra y cestería. El proceso es sencillo: primero se tala el árbol de jonote, se le quita la corteza y de ahí sale la cáscara y la fibra. La fibra se hace rollo y permanece en agua de 25 a 30 días, luego se le lava la resina, se seca y entonces queda lista para ser utilizada. Existen distintos tonos de fibra: blanca, naranja y oscura.
En general me gusta hacer nuevos diseños e innovar con nuevos productos.