Soy un artesano agradecido por el don que he recibido y orgulloso de su tradición y su familia, formo parte de una cultura que acumula la 4ª generación en el arte del barro policromado. Trabajo en un taller familiar con mi esposa y mis hijos, diseñando piezas tanto tradicionales como innovadoras, los incluimos desde pequeños para que se involucren en el quehacer familiar porque queremos darles un saber, más allá de la elección que tomen para sus estudios.
La disciplina y la calidad son fundamentales, en nuestro trabajo tratamos de perfeccionar cada pieza y al mismo tiempo creamos nuevos diseños. También es necesaria la constancia porque el barro exige un tratamiento inmediato, de tal manera que nuestra labor requiere un compromiso, pero también nos da un satisfacción ver terminadas nuestras piezas.
Entre las piezas que hacemos está el guerrero azteca, uno de los elementos más antiguos que representa la resistencia y nuestra cultura, a través de éste símbolos tratamos de preservar nuestras tradiciones.